Una Verdadera Osadía

Ella se quiere mudar, lo ansía profundamente, pero... la vida parece que no quiere… Al principio no encontraba trabajo, lo cual es una dificultad grande para alquilar. Una vez superado ese problemita, no encontraba departamento que le gustara, si era barato era feo y si era lindo era carísimo. Ella comienza a ponerse nerviosa hasta que apareció uno que le encantó, era lindo, grande y estaba acorde a su presupuesto, así que, feliz, fue a verlo… Y quedó orgullosa de su nuevo nidito, de ese lugar que iba a compartir con la persona que ella más ama.

Hablan de todas las cosas que debía traer, entre ellas, una garantía inmobiliaria, y ella responde, contenta, a todo que sí, ya que sus padres le daban la garantía de su casa para que ella pudiera alquilar. Va a contar la nueva noticia y ¡ZAZ! ¡Su madre le niega la garantía! Ella se queda dura, no entiende, ¿Por qué luego de que ella señara el departamento le dicen que NO? ¿Por qué ahora, por qué no antes? Siente miedo y se pone triste. Llama a amigas, pero todas viven con sus padres o alquilan, y siente que aparte de perder esa casa va a perder la seña…

Levanta el telefono y llama al propietario del departamento y le pregunta si puede llevar garantía pero de sueldo, este lo piensa y luego le dice que sí. Ella se ilusiona de nuevo, habla con su padre y este le dice que sí, que le da su recibo, pero el día de la entrega, deja vú, se lo niegan…

"¿Será que no quieren que me vaya?" No entiende y se va a dormir mal, muy mal, pero de repente se acuerda de ese amigo pata que tiene, lo llama y éste en 2 horas le trae todo. Ella va feliz con sus papelitos a dárselos al propietario, no estaba, así que los deja en el buzón.
Ella se serena, ya está, su sueño se acerca... Pero… Recibe un llamado, ese recibo solo no alcanza, debe entregar otro. ¡¿Otrooooooo?! ¿Dónde saco otro? ¿Éste me toma el pelo? ¿Me meo un elefante? ¡Será de Dios!

Como último intento, vuelve a hablar con su padre y éste al final decide dárselo. No lo puede creer, no esperaba esa respuesta, agarra los papeles y se va rápido, antes de que cambie de idea…

Tiene que pasar por la escribanía a firmar de 9 a 19 hs., le dice el propietario. Ella pide quién la reemplace en su trabajo y espera a que su padre la pase a buscar para firmar. Bajan del auto, entran y pasa algo que ella nunca pensó que ocurriría, el padre se pelea con la recepcionista (la cual lo había tratado mal) y a la hora de pasar a firmar, discute con el escribano y ambos son echados, ¡Sí, echados de la escribanía! Ella no puede creer lo que está pasando, se pone a llorar, ya no da más… La situación la sobrepasa totalmente…

Llama al propietario y le explica lo sucedido, éste, luego de rogar a la escribanía, logra que otro escribano los atienda a las 9:00 am del otro día. Ese día, a las 7:00 llueve intensamente, y ella no sabe si eso será un aviso de que algo malo sucederá…

¿Qué pasará? ¿Podrá alquilar?